miércoles, 8 de septiembre de 1993

Larrunarri Cara Norte


La edad de la inocencia

A mitad del camino en la subida de Larraitz a Muitze, se pasa bajo la oculta Cara Norte del Txindoki, nuestra particular NordEigerWand guipuzcoana.

Ay, cuánto daño causaron en mí aquellas lecturas de los grandes del alpinismo europeo (Rebuffat, Cassin, ...), de asaltos y descubrimientos a las grandes paredes de los Alpes.

Así que uno engulló todo aquello, y un buen día engaña a su hermano (no era la primera vez) para meterse en el fregado de ascender por enmedio de esta cara, completamente olvidada de los montañeros (con razón), un ascenso de esos que te dices: "Una y no más":

En la parte baja casi me da un pedrusco, en la parte media trepábamos agarrados con fruición a los matojos de hierba (en "libre", ¡sin dragoneras!), y en la parte final una chimenea nos cortó el paso (ay, Dios mío, si hubiéramos tenido que darnos la vuelta allí...). Más paredes de hierba y roca a izquierda y derecha.

Aquello por tanto era "sí o sí", y con toda la determinación trepé aquel tapón hosco y oscuro, ayudando posteriormente desde arriba a mi hermano, atado a la cuerda.

Salimos a la cresta cimera a la altura de una pequeña cruz en recuerdo de algún montañero.
Qué placer salir de allí, y bajar por la eterna normal de Laziturri.

Aquel inquietante ascenso fue una de mis particulares digestiones de todas esas evocadoras lecturas de los clásicos del alpinismo, con un innegable poso de ridiculez, desde luego...